5 trucos para salir de un escape room
Si bien los escape rooms, o juegos de escape, son una forma de ocio y no tienen otro fin que pasarlo bien, entendemos que todos los jugadores quieren cumplir el objetivo de la sala, ya sea escapar de un asesino, salvar al mundo o robar un banco. Si sois los suficientemente competitivos como para que este artículo sea de vuestro interés, seguid leyendo y descubriréis una serie de trucos que, por muy simples que sean, os ayudarán a llegar a la meta.
1. Haced caso a vuestro Game Master
Este consejo parece muy evidente, sin embargo, a la mayoría de los grupos se os olvida (sobre todo si sois primerizos) que el Game Master está ahí para ayudaros y no para boicotearos.
Antes de entrar en la sala, os darán un pequeño discurso sobre cómo funcionan la sala y los juegos de escape en general. Prestad atención tanto a lo que dicen como a lo que no dicen los Game Masters, hay muchas pistas escondidas. Por poner un ejemplo: en la mayoría de salas hay aires acondicionados para que se pueda jugar en verano sin problemas pero, si no os avisan de que es real, puede que tengáis que hacer algo con el aire acondicionado de la sala.
Además, en el momento en el que se os atragante una prueba o no sepáis cómo continuar, recordad que podéis contar con el amigo que os observa desde fuera para que os mande una pista. Hay que saber cuándo hace falta pedir pistas y no ser orgulloso sobre el tema. Pedir un poco de ayuda no es una deshonra y, además, la amplia mayoría de grupos lo necesita para salir. Recordad: lo raro es no usar esa ayuda extra.
2. Venid a jugar con gente que conozcáis
Evidentemente, lo más probable es que vengáis a jugar con conocidos vuestros. A lo que nos referimos es a que es mejor saber, antes de venir, en qué cosas destaca cada uno. Hay jugadores metódicos que son mejores encontrando cosas, a otros les apasionan los problemas de lógica, otros brillan con las pruebas matemáticas y un largo etcétera. Es imposible que a una sola persona se le den bien tantas disciplinas, así que lo óptimo es que cada uno se dedique a sus puntos fuertes.
Por supuesto, tendréis que confiar en vuestro equipo. Si no es así, volveréis una y otra vez a las zonas que ya han explorado vuestros compañeros y perderéis mucho más tiempo.
Otro punto importante es la comunicación. Siempre es más fácil hablar y contarle a los demás todo lo que vais viendo en la sala si hay confianza entre los jugadores. Sin embargo, esta confianza puede convertirse en un arma de doble filo. Puede que os llevéis tan bien que todos habléis a la vez, por lo que el resultado será el mismo que si no habláseis entre vosotros: no os enteraréis de nada. Nombrad un portavoz al que contarle todo y que vaya comunicando lo que todos hacen y encuentran o, simplemente, dejad hablar a los demás y no os piséis los unos a los otros.